viernes, 24 de abril de 2020

El mundo no se puede unir sino en una religión falsa

Hoy damos el tercer punto escatológico del Padre Castellani:

“El mundo quiere unirse y actualmente el mundo no se puede unir sino en una religión falsa. O bien las naciones se repliegan sobre sí mismas en nacionalismos hostiles, posición nacionalista que ha sido superada, o bien se reúnen nefastamente con la pega de una religión nueva, un cristianismo falsificado, el cual naturalmente odiará de muerte al auténtico. Solo la religión puede crear vínculos supranacionales.”


Los líderes de la tradición encabezada por la SSPX insisten en ser reconocidos por la Roma Apóstata, traicionando la causa de Mons. Lefebvre. Conversan amigablemente con los sectores conservadores de la Iglesia Conciliar, a causa de la pega de una religión nueva, que es un cristianismo falsificado. Los sectores conservadores siguen aún hoy perteneciendo a la Iglesia Oficial o Conciliar o Modernista de la Roma actual.

A su vez, los conservadores de la Iglesia Conciliar se reúnen, por otro lado, con los rabinos e imanes y demás jerarcas de las falsas religiones. ¿Qué estarán tramando?

Esta super-unión, que fue bien representada por Juan Pablo II en su tiempo con sus famosas reuniones de oración por la paz en Asís, está siendo llevada a cabo por Bergoglio, por ejemplo, con la firma del Documento sobre la Hermandad Humana de Abu Dhabi. Estas reuniones son posible gracias al proyecto de la Nueva Religión. También, estas reuniones son demostrativas de esa Nueva Religión.

El dato de la Revelación de Dios nos habla bien a las claras de las desastrosas consecuencias de esta nueva religión. La visión del altar del templo de Dios y del atrio del Apocalipsis (Apoc 11,1-2) en donde se dice que el atrio será pisoteado por los gentiles y que solo el altar se conserva nos dan idea de la proporción enorme de personas que están fuera de la fe verdadera. Mucho más del 90% de los cristianos pertenecen hoy a una religión falsa con tintes de cristianismo.

Hasta la próxima