domingo, 30 de mayo de 2021

domingo, 23 de mayo de 2021

Pentecostés – San Juan XIV, 23-31 – 2021-05-23 – Padre Edgar Díaz

Pentecostés

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Después de haber ascendido a los cielos Cristo se sentó a la diestra de Dios Padre, y en Pentecostés fue enviado el Espíritu Santo a la Iglesia. Su labor es conducir a la Iglesia en su peregrinación terrenal para introducirla en la Parusía.

sábado, 15 de mayo de 2021

Dominica infra Octavam Ascensionis – 2021-05-16 – San Juan XV, 26-27—XVI, 1-4 – Padre Edgar Díaz

La Persecución de Cristianos en el Circo Romano
Henryk Siemiradzki


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En el gran discurso de la Última Cena Jesús expuso los peligros, las luchas, y la guerra entre la vida y la muerte que el cristianismo encontraría desde sus primeros pasos hasta la Segunda Venida de Nuestro Señor Jesús al mundo. Sin embargo, Jesús prometió ayuda para enfrentar estos peligros y luchas, la fuente inagotable del Espíritu Santo, que Cristo envía de parte del Padre.

miércoles, 12 de mayo de 2021

Ascensión de Nuestro Señor Jesucristo – 2021-05-13 – Padre Edgar Díaz



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“El Señor Jesús, después de hablarle hablado a los Apóstoles, fue arrebatado al cielo, y se sentó a la diestra de Dios” (San Marcos XVI, 19). Éste es el misterio que se conoce con el nombre de “Ascensión de Nuestro Señor Jesucristo a los cielos” y que lo profesamos en el Credo.

sábado, 8 de mayo de 2021

Dom V post Pascha – San Juan XVI, 23-30 – 2021-05-09 – Padre Edgar Díaz

El Altar del Incienso

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Hoy el Evangelio nos sitúa en el tiempo cuando Nuestro Señor vendrá a juzgar a los vivos y a los muertos, es decir, la Parusía, la Segunda Venida de Nuestro Señor Jesucristo, como Rey, para reinar en el mundo. Esto significa precisamente que quien reina ahora en el mundo, el diablo y su maldad, van a acabar muy pronto.

domingo, 2 de mayo de 2021

Dom IV post Pascha – San Juan XVI, 5-14 – 2021-05-02 – Padre Edgar Díaz

 

El Espíritu Santo os argüirá de pecado, de justicia, y de juicio

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La oposición fundamental en la vida es la que existe entre el bien y el mal, entre lo que conviene a la naturaleza humana según la razón, y lo que procede de las fuerzas del mal. La misma naturaleza humana, por el pecado original, es naturaleza caída y, por eso, es fuertemente atraída por las seducciones del mundo.