Philipp. 3,17-21; 4,1-3
Mt 9,18-26
Basado en el sermón del Padre Basilio Méramo
Dos milagros: resucita la hija de Jairo, un príncipe de la sinagoga. Y la
hemorroísa, enferma desde hacía mucho tiempo, quien no osaba acercarse a N.S.
de frente, y se decía a sí misma con solo tocar la orla de su manto, queda
sana. Vemos, entonces, que había gente que recurría a N.S., gente incluso de la
sinagoga, como Jairo.