Resurrección de Cristo Piero della Francesca |
El padre Leonardo Castellani en su libro “Catecismo para adultos”, en su
capítulo “¿Habrá un juicio final?” nos dice lo siguiente:
“Así que tienen aquí figurados muy veraz y exactamente los tres milenismos
con lo cual cumplo mi oficio de Doctor en Teología, y con esto no predico
ninguno de los tres milenismos, sino simplemente digo le cose come stano.
¿Por qué digo esto?
Porque existe una prohibición de enseñar el milenismo espiritual, dada al
Reino de Chile, en 1941, la cual, el año 1944, se extendió a la República
Argentina. Tengo el texto latino y castellano, el Contra Chile, y el Contra
Argentina, julio de 1941, y julio de 1944, que no leo por no alargar. Son dos
(decretos) disciplinares, no doctrinales, es decir, son órdenes, y dicen que el
milenismo espiritual no se puede enseñar sin peligro en esos dos paisuchos,
nada más...
Eso fue lo que fulminó al pobre Martín Zubiría, José Ignacio Olmedo, al
padre Straubinger, y a varios otros. Se asustaron, se callaron la boca, y no
dijeron nada. Esos dos decretos están firmados por el Cardenal Pizzardo, o Pizza-pardo,
como le decían en Roma, y definen mal el milenismo.
Así dice el primero de los decretos: “Los que enseñan que Jesucristo va a
reinar durante 1000 años en la tierra corporalmente son peligrosos y eso no se
debe enseñar.”
Ahora bien, alguien le hizo notar al Cardenal Pizzardo que se estaba
condenando a sí mismo, porque, según ellos, la Iglesia actual es el reino de
los 1000 años, y ahora Cristo reina en el Santísimo Sacramento corporalmente.
También le advirtieron al Cardenal Marchetti Selvaggiani que por condenar a
los milenistas espirituales se estaba condenando a sí mismo, y entonces
cambiaron, corporaliter por visibiliter, (es decir, que
Jesucristo) no va a reinar visiblemente en la tierra durante 1000 años.
Pero ningún milenista espiritual enseña que Jesucristo reinará visiblemente
en el mundo con un ministro de agricultura o de bienestar social, y todas esas
cosas... Nadie dice eso. Todos dicen que van a resucitar, una parte de los
muertos, los mártires de los últimos tiempos, y ellos van a gobernar la tierra,
pero no como gobernantes ordinarios, sino apareciéndose a los viadores, a los
mortales que van a quedar.
Van a quedar mortales durante 1000 años, y van a procrear gente, y van a
ser numerosos los cristianos que vivan en ese tiempo de la Iglesia, pero van a
gobernar los obispos y los curas como siempre.
Se van a aparecer los resucitados, como Jesucristo se apareció después de
su resurrección a los Apóstoles, y con esas solas apariciones van a poner una
prosperidad increíble en la Iglesia.
De manera que en el segundo decreto tampoco acertaron. Así es que son nulos
los dos decretos. Pero, sin embargo, aquí (en Argentina) los siguieron al pie
de la letra...