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Para cualquier necesidad
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Oración Preparatoria para todos los días
Virgen Santísima, socorro perpetuo de las almas que se acogen a vuestro amor maternal: dignaos pedir por mí a vuestro santísimo Hijo y Señor nuestro Jesucristo, para que le sean agradables todos mis pensamientos, palabras y acciones de este día y toda mi vida.
Aceptad, ¡Oh, tierna madre mía! el corto obsequio que os ofrezco en esta Novena, y alcanzadme el favor que en ella os pido, si conviene para mayor gloria suya, honra vuestra y bien de mi alma. Amén.
Rezad, a continuación, la oración del día que corresponda:
DÍA OCTAVO
Nuestra Señora del Perpetuo Socorro auxilia a sus devotos en el Purgatorio.
Muy dignas son de compasión las almas del Purgatorio, porque padecen tormentos atroces y no pueden ayudarse a sí mismas; pero María las socorre con la más tierna misericordia. La Santísima Virgen alivia a aquellas almas tan queridas, rogando por ellas, y a veces hasta desciende a aquel lugar de tormentos para consolar y confortar a sus fieles siervos; más aún: su poderosa y maternal intercesión se emplea en abreviar el tiempo de sus penas y en librarlas de aquel fuego purificador. (Medítese y pídase con 9 Avemarías)
Oración
¡Oh, María! ¡Cuántos pecados he cometido en todo el curso de mi vida, y cuán escasa ha sido mi penitencia! ¡Oh cuán largo y cuán terrible habrá de ser para mi el Purgatorio, si Vos no me otorgáis vuestro auxilio! En Vos pongo toda mi confianza. ¡Oh, Virgen del Perpetuo Socorro! Postrado a vuestros pies os suplico me obtengáis la gracia de no caer ni aún en las más leves faltas, y la de expiar todos mis pecados en esta vida. Espero que no me negareis esta merced.
Práctica
Rogar a Nuestra Señora del Perpetuo Socorro por las almas del Purgatorio.