“Todos los que en profecías privadas predecían ya para el siglo pasado la resolución del conflicto entre la revolución y la Iglesia con el gran triunfo, el castigo fulminante del mal, el gran emperador, y el pontífice angélico, no se equivocaron en los castigos tremendos que anunciaron. Mas bien se quedaron cortos. Pero el triunfo temporal, fulminante y espléndido de la Iglesia ciertamente no lo hemos visto, ni se ve por ninguna parte”.
El siglo pasado es el siglo XIX para Castellani.
El triunfo no se ve. Por el contrario, se ve un barco a la deriva.
Los castigos tremendos anunciados de los que habla Castellani los hemos visto durante el siglo XX, y los estamos viviendo en el siglo XXI. Sobretodo, lo anunciado por San Pablo en 2 Tesalonicenses 2:
Misterio y seducción de la iniquidad obrando como nunca para todos los que no aman la verdad.
La Apostasía del Vaticano II.
Poderes de engaño a fin de que crean en la mentira.
Esto hoy es evidente. ¿Quién se atreve a negarlo y decir que la Iglesia va hacia su triunfo…?
Hasta la próxima