lunes, 11 de abril de 2022

Jueves Santo, Viernes Santo, Sábado Santo - Andrés Azcarate

Crucifixión - Frans Francken II

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Jueves Santo

En el Jueves Santo se conmemora la Institución de la Eucaristía, el sacramento del amor. Es, por lo tanto, el día del gran regalo de Cristo a la humanidad.

En vísperas de morir ignominiosamente por nosotros en la Cruz, no podía dejarnos en testamento mayor don que el de su misma sagrada persona: su Cuerpo, su Sangre, su Alma y su Divinidad, hechos alimento de nuestra vida espiritual. Por eso es este un día grande, feliz, consolador.

La proximidad de la Pasión del Salvador cohíbe, sin embargo, a la Iglesia un tanto, y pone en la misa de hoy un dejo de tristeza y de dolor que la liturgia expresa haciendo enmudecer el órgano y las campanas. 

Desea la Iglesia que sea hoy un día de homenaje a la Eucaristía, en primer lugar, comulgando para cumplir con el deber Pascual, y en segundo lugar, visitando con espíritu de piedad la Sagrada Hostia, guardada en el altar del Monumento hasta mañana por la tarde. 

Asimismo, la Iglesia exhorta a los cristianos a ejercitar la caridad con los pobres, con limosnas, visitas de consuelo y asistencia a enfermos y encarcelados.


Oficios de Hoy

Los oficios de hoy son, por la mañana, a hora temprana: 

Maitines y Laudes (Oficio de Tinieblas) y las demás horas del Oficio Divino. 

A una hora conveniente, una o dos Misas de Comunión. En las Catedrales, la Misa Crismal, para la Consagración de los Santos Óleos, y el Santo Crisma.

Por la tarde, Misa de la Institución de la Eucaristía y del Sacerdocio, “Mandatum” o Lavatorio de los Pies a 12 pobres, Procesión al Monumento, Despojo de los Altares y Oficio de Completas.

Por la noche visitas y veladas nocturnas ante el altar del Monumento que se prolongan mañana por la mañana.


Comunión

La Comunión de hoy es la clásica Comunión Pascual. Hasta los sacerdotes no celebrantes comulgan, en esta única Misa de hoy, de manos del Celebrante, los religiosos de manos del Superior. Jesús también administró la Comunión, en la Misa de Institución del Jueves Santo, a los Apóstoles reunidos en el Cenáculo.


Procesión al Monumento

Terminada la Misa, en una procesión solemne se lleva el copón con las hostias consagradas para reservarlas en la urna del Monumento hasta mañana.


Despojo de los Altares

Una vez reservada la Sagrada Hostia en el altar del Monumento, y antes de retirarse a la sacristía, el Celebrante y sus ministros despojan los altares del templo de todo su ajuar litúrgico, indicando así que, desde este momento, queda suspendido el Santo Sacrificio de la Misa, razón del cual se cubren con manteles los altares.


Lavatorio de los Pies o Mandatum

En las Iglesias Catedrales, en las grandes parroquias y en los monasterios, tiene hoy lugar, después del mediodía, la ceremonia del Lavatorio de los Pies o Mandatum, a 12 pobres. 

Está a cargo del Prelado o Superior, y es un acto solemne de humildad, imitando el hermoso gesto de Jesús con sus discípulos, antes de comenzar la cena. Además es una solemne promulgación anual del gran mandato de la caridad fraterna, promulgado por el divino Maestro al tiempo de partir de este mundo.


Hora Santa ante el Monumento

Es deseo de la Iglesia que los fieles cristianos hagan la vela ante el altar del Monumento, por lo menos hasta medianoche, y aún por la mañana del Viernes Santo, para luego dedicarse al recuerdo de la Pasión y Muerte de Jesús, nuestro Redentor.

El Papa Pío VII concedió una indulgencia plenaria a los fieles que, habiendo confesado y comulgado hoy, o un día de la semana próxima, se dedican en una hora a ejercicios piadosos delante de Jesús Sacramentado, en memoria de la Institución de la Eucaristía.


Oración correspondiente ante el monumento

Por la señal de la Santa Cruz, etcétera.

Jaculatoria: ¡Alabado y ensalzado sea en este Monumento, el Santísimo y divino Sacramento!

Oración Preparatoria

¡Oh, Dios, que en este admirable Sacramento nos dejaste un Memorial de tu Pasión: danos, señor, la gracia de venerar los sagrados misterios de tu Cuerpo y Sangre tan devotamente, que merezcamos experimentar en nosotros perpetuamente el fruto de tu Redención, por el mismo Jesucristo Nuestro Señor! Así sea.

Padre Nuestro, Ave María, y Gloria

Jaculatoria: ¡Bendita y alabada sea siempre la Pasión y Muerte de nuestro Señor Jesucristo y los Dolores y la soledad de la Santísima Virgen! Así sea.


Viernes Santo

La noche del Jueves Santo al Viernes Santo fue la más trágica de la Historia. Jesús la pasó en vela, recibiendo escarnios, insultos y trato infame de la chusma y de la soldadesca; compareciendo de tribunal en tribunal, y sufriendo los más acerbos dolores por nuestro amor.

Por lo mismo, la Iglesia celebra la liturgia de hoy como en la penumbra y con todo el aparato fúnebre: con pocos cirios y amarillos, con ornamentos negros, con cantos lúgubres, con sones de matraca, con “improperios”.

Asistamos a los Oficios penetrados de un vivo dolor de nuestras culpas, que fueron la causa de la Pasión y Muerte del Redentor.

Después de haber estado privados los fieles, durante varios siglos, de la Comunión en el día de Viernes Santo, ahora la Santa Iglesia permite que comulguen, a continuación del Celebrante, todos los que lo deseen y estén bien dispuestos, para que, recibiendo devotamente el Cuerpo del Señor, muerto por todos nosotros en este día, puedan así percibir más abundantes los frutos de la Redención, y vivir hoy con mayor recogimiento.


Oficios de Hoy

Los Oficios de hoy son:

Por la mañana: A hora temprana: Maitines y Laudes (Oficio de “Tinieblas”), y las demás Horas del Oficio Divino. Y visitas al Altar del Monumento.

Por la tarde: Hacia las tres horas:

Primero, Lecturas Bíblicas y canto de la Pasión según San Juan.

Segundo, Súplicas solemnes y universales.

Tercero, Descubrimiento y Adoración de la Cruz.

Cuarto, Comunión general de clero y fieles, y Oficio de Completas.


Misa de los Catecúmenos

Hoy no hay Misa propiamente dicha, puesto que no hay Consagración, aunque sí Comunión. El primer rito, sin embargo, de la mañana de hoy lo forma la Primera Parte de la Misa ordinaria o “Misa de los Catecúmenos”, tal como era en la más remota antigüedad, consistente en dos lecturas bíblicas, con dos tractos, y una oración y el canto de la Pasión según San Juan.

Los ministros sagrados se presentan en el Presbiterio revestidos de ornamentos negros, como para celebrar las Exequias del Señor. 

En señal de duelo profundo, se postran sobre el pavimento, orando en silencio; y por la misma razón están apagadas las velas del altar, y éste desmantelado. No hay “Introito”, ni incensación, ni “Kyries”, ni nada de cuanto, en las Misas ordinarias, precede a la Epístola.


Súplicas Solemnes y Universales

Hoy, Viernes Santo, día de la Redención, día del perdón universal, es por lo mismo el día de las misericordias del Señor. La Iglesia, Madre común de todos, extiende por el mundo su mirada y alza sus brazos suplicantes al Cielo, para rogar por todos en esta hora solemne. Lo hace con rendida humildad, llena de confianza y de optimismo, y con frases ardientes.


Descubrimiento y Adoración de la Cruz

El Celebrante, ayudado por los ministros del altar, descubre, en tres tiempos el Crucifijo, mostrándolo al pueblo y cantando, cada vez en tono más alto y con mayor emoción, la siguiente estrofa, que termina el pueblo, y arrodillándose cada vez.

“¡He aquí el leño de la Cruz, del cual la salud del mundo estuvo colgado! ¡Venid, adorémosle!”

Preparado el Crucifijo para la Adoración, van acercándose a él, el Celebrante y sus Ministros y ayudantes, y luego todo el pueblo: aquellos descalzos y de dos en dos, y los fieles lo más ordenada y devotamente posible. Al llegar al Crucifijo, se arrodillan y lo adoran.


Comunión General

Terminada la Adoración de la Cruz, el Diácono y los Acólitos con los ciriales van al altar del “Monumento” en busca del Copón con Hostias consagradas, allí reservado desde la Misa de ayer para la Comunión general de hoy. Esta Comunión nos hace participar mejor del fruto de la redención, llevada hoy a cabo por Cristo en el Calvario.


Actos Extralitúrgicos

Cumplido el Oficio litúrgico del día de hoy, los fieles han de santificar la tarde y las primeras horas de la noche, ya sea asistiendo al Viacrucis, o al Sermón de la Soledad, o simplemente visitando la Santa Cruz.

De este modo adquiere el Viernes Santo su capital importancia como el día de la Redención del mundo por Jesucristo, el hecho de mayor relieve de la historia de la humanidad.


Sábado Santo

Jesucristo fue ayer sepultado y hoy continúa en el Sepulcro. Por eso el día de hoy, históricamente considerado, es día de desolación y de supremo luto para la Iglesia y para todos sus hijos.

En atención a esta tan grave circunstancia, no hay hoy ni Misa ni Comunión (excepto el Viático para los enfermos en peligro de muerte), dejando lugar a la meditación individual y colectiva de la Sagrada Pasión y Muerte del Redentor y veneración del Santo Sepulcro.

Así el pueblo cristiano se prepara mejor, orando y confesándose, para las alegrías santas de la Resurrección. Éstas empezarán con los solemnes Oficios de la “Vigilia Pascual”, con que terminará la noche del Sábado y amanecerá el Domingo de Pascua.

Aunque se supriman hoy las Misas, se rezan o se cantan de madrugada los Maitines y Laudes (Oficio de “Tinieblas”), que vienen a ser como las Exequias del Señor, muerto y sepultado, con Lamentaciones, Responsos y Antífonas de soberana elocuencia y melodías con un dejo de agudo dolor y dulce compasión.


Oficios Litúrgicos de Hoy

Por la mañana, a una hora temprana: Oficio de “Tinieblas”, y demás Horas del Oficio Divino (como ayer).

Los fieles emplean la mañana en visitar el Santo Sepulcro, o el Cristo yacente, hacer el Viacrucis, meditar la Pasión, confesarse y asistir a los actos de piedad.

Hoy no hay Misa ni Comunión. Así se comprende mejor el luto y desolación del mundo cristiano por la muerte del Salvador.

Por la tarde, se continúa de luto y sin ceremonias, y visitando el Santo Sepulcro. Los fieles continúan confesándose y haciendo Viacrucis.

Por la noche, después de las 22:00 hs. ya puede tener comienzo la Solemne Vigilia Pascual.


Solemne Vigilia Pascual

Ritos que componen la Vigilia Pascual:


Bendición del Fuego Nuevo

Decoración y Bendición del Cirio Pascual

Entrada Solemne del Cirio y de la Nueva Luz

Elogio del Cirio Pascual y de la Nueva Luz

Lecturas Bíblicas

Primera Parte de las Letanías de los Santos

Bendición de la Pila Bautismal

Renovación de las Promesas del Bautismo

Segunda Parte de las Letanías de los Santos

Misa de Gloria y Santa Comunión Pascual


Continúa


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