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| María Auxiliadora, Turín, Italia |
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Ave, dulce Reina del Cielo,
del Eterno Padre selecta
sobre toda creatura, Perfecta...
por quien bajó la Gloria a este suelo...
Virgen del “fiat”, la sierva, purísima Madre de Dios...
del afligido el consuelo, refugio del pecador...
causa de nuestra alegría, vaso digno de honor...
Estrella de la mañana, cuna del Salvador...
A ti, Arca de Alianza bendita, Soberana Señora...
Prudentísima, admirable, poderosa, fiel y clemente...
A ti, que eres la fuente y Mediadora de toda gracia,
acudimos con confianza, con Fe y con amor de hijo...
nos protejas siempre del Malo,
nos des tu seguro cobijo...
salud de alma y de cuerpo, te rogamos Mediadora...
Tú, que eres la dadora de las celestiales mercedes,
suplicamos que te quedes...
que reines en nuestros hogares,
que de nosotros hagas altares
de ofrendas al BIEN AMADO...
Que si nos ves apartados de tu santo sendero...
Si de ti nos alejamos, de tu amor, de tus consuelos...
socórrenos, te pedimos, Sublime Dispensadora...
Aboga a Dios por nosotros...
Haz que volvamos al ruedo...
Aférranos a tus manos...
no nos dejes en destierro...
Oh, María Auxiliadora,
Abrázanos, te lo ruego!...
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(Daniel Ferber)
