lunes, 23 de mayo de 2022

Las Letanías Mayores de los Santos - Andrés Azcarate

Letanías Mayores de los Santos

*

Antífona

Levántate, Señor, ven en nuestra ayuda, y líbranos por tu santo nombre. 

Ps. Oh Dios, hemos oído nosotros mismos tus prodigios: * nuestros padres nos lo han contado. Gloria al Padre. 

Levántate (se repite).


Letanías


Señor, ten piedad de nosotros.

Cristo, ten piedad de nosotros.

Señor, ten piedad de nosotros.

Cristo, óyenos.

Cristo, escúchanos.

Dios Padre celestial, ten piedad de nosotros.

Dios Hijo, Redentor del mundo, ten piedad de nosotros.

Dios Espíritu Santo, ten piedad de nosotros.

Trinidad Santa, que eres un solo Dios, ten piedad de nosotros.

Santa María, ruega por nosotros.

Santa Madre de Dios, ruega por nosotros.

Santa Virgen de las vírgenes, ruega por nosotros.

San Miguel, ruega por nosotros.

San Gabriel, ruega por nosotros.

San Rafael, ruega por nosotros.

Todos los Santos Ángeles y Arcángeles, rogad por nosotros.

Todos los Santos Coros de los Bienaventurados, rogad por nosotros.

San Juan Bautista, ruega por nosotros.

San José, ruega por nosotros.

Todos los Santos Patriarcas y Profetas, rogad por nosotros.

San Pedro, ruega por nosotros.

San Pablo, ruega por nosotros.

San Andrés, ruega por nosotros.

Santiago, ruega por nosotros.

San Juan, ruega por nosotros.

Santo Tomás, ruega por nosotros.

Santiago, ruega por nosotros.

San Felipe, ruega por nosotros.

San Bartolomé, ruega por nosotros.

San Mateo, ruega por nosotros.

San Simón, ruega por nosotros.

San Tadeo, ruega por nosotros.

San Matías, ruega por nosotros.

San Bernabé, ruega por nosotros.

San Lucas, ruega por nosotros.

San Marcos, ruega por nosotros.

Todos los Santos Apóstoles y Evangelistas, rogad por nosotros.

Todos los Santos Discípulos del Señor, rogad por nosotros.

Todos los Santos Inocentes, rogad por nosotros.

San Esteban, ruega por nosotros.

San Lorenzo, ruega por nosotros.

San Vicente, ruega por nosotros.

Santos Fabián y Sebastián, rogad por nosotros.

Santos Juan y Pablo, rogad por nosotros.

Santos Cosme y Damián, rogad por nosotros.

Santos Gervasio y Protasio, rogad por nosotros.

Todos los Santos Mártires, rogad por nosotros.

San Silvestre, ruega por nosotros.

San Gregorio, ruega por nosotros.

San Ambrosio, ruega por nosotros.

San Agustín, ruega por nosotros.

San Jerónimo, ruega por nosotros.

San Martín, ruega por nosotros.

San Nicolás, ruega por nosotros.

Todos los Santos Pontífices y Confesores, rogad por nosotros.

Todos los Santos Doctores, rogad por nosotros.

San Antonio, ruega por nosotros.

San Benito, ruega por nosotros.

San Bernardo, ruega por nosotros.

Santo Domingo, ruega por nosotros.

San Francisco, ruega por nosotros.

Todos los Santos Sacerdotes y Levitas, rogad por nosotros.

Todos los Santos Monjes y Ermitaños, rogad por nosotros.

Santa María Magdalena, ruega por nosotros.

Santa Águeda, ruega por nosotros.

Santa Lucía, ruega por nosotros.

Santa Inés, ruega por nosotros.

Santa Cecilia, ruega por nosotros.

Santa Catalina, ruega por nosotros.

Santa Anastasia, ruega por nosotros.

Todas las Santas Vírgenes y Viudas, rogad por nosotros.

Todos los Santos y Santas de Dios, interceded por nosotros.

Sednos propicio, perdónanos, Señor.

Sednos propicio, óyenos, Señor.

De todo mal, líbranos, Señor.

De todo pecado, líbranos, Señor.

De tu ira, líbranos, Señor.

De una muerte repentina e imprevista, líbranos, Señor.

De las asechanzas del demonio, líbranos, Señor.

De la ira, del odio, y de toda clase de mala voluntad, líbranos, Señor.

Del espíritu de fornicación, líbranos, Señor.

Del rayo y de las tempestades, líbranos, Señor.

Del castigo del terremoto, líbranos, Señor.

De la peste, del hambre y de la guerra, líbranos, Señor.

De la muerte eterna, líbranos, Señor.

Por el misterio de tu santa Encarnación, líbranos, Señor.

Por tu venida, líbranos, Señor.

Por tu natividad, líbranos, Señor.

Por tu bautismo y tu santo ayuno, líbranos, Señor.

Por tu cruz y tu pasión, líbranos, Señor.

Por tu muerte y tu sepultura, líbranos, Señor.

Por tu santa resurrección, líbranos, Señor.

Por tu admirable ascensión, líbranos, Señor.

Por la venida del Espíritu Santo Paráclito, líbranos, Señor.

En el día del Juicio, líbranos, Señor.

Aunque somos pecadores, te rogamos que nos oigas.

Perdónanos, te rogamos que nos oigas.

Sé indulgente con nosotros, te rogamos que nos oigas.

Dígnate conducirnos a una penitencia verdadera, te rogamos que nos oigas.

Dígnate regir y conservar tu santa Iglesia, te rogamos que nos oigas.

Dígnate mantener en tu santa religión al Soberano Pontífice y a todas las órdenes de la jerarquía eclesiástica, te rogamos que nos oigas.

Dígnate humillar a los enemigos de la santa Iglesia, te rogamos que nos oigas.

Dígnate conceder una verdadera paz a los reyes y príncipes cristianos, te rogamos que nos oigas.

Dígnate dar a todo el pueblo cristiano paz y unión, te rogamos que nos oigas.

Dígnate devolver a la unidad de la Iglesia a todos los que viven el error, y traer a la luz del Evangelio a todos los infieles, te rogamos que nos oigas.

Dígnate fortalecernos a nosotros mismos y conservarnos en tu santo servicio, te rogamos que nos oigas.

Dígnate levantar nuestras mentes para que deseen las cosas celestiales, te rogamos que nos oigas.

Dígnate pagar a todos nuestros bienhechores con los bienes eternos, te rogamos que nos oigas.

Dígnate librar nuestras almas, las de nuestros hermanos y parientes, y las de nuestros bienhechores de la eterna condenación, te rogamos que nos oigas.

Dígnate darnos y conservarnos los frutos de la tierra, te rogamos que nos oigas.

Dígnate conceder el eterno descanso a todos los fieles difuntos, te rogamos que nos oigas.

Dígnate escucharnos, te rogamos que nos oigas.

Hijo de Dios, te rogamos que nos oigas.

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, perdónanos, Señor.

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, óyenos, Señor.

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, ten piedad de nosotros.

Cristo, óyenos.

Cristo, escúchanos.

Señor, ten piedad de nosotros.

Cristo, ten piedad de nosotros.

Señor, ten piedad de nosotros.

Padre Nuestro… (en silencio)

Y no nos dejes caer en la tentación.

Mas líbranos del mal.


Salmo 69

Oh, Dios, acude en mi socorro; * corre, Señor, luego a ayudarme.

Corridos y avergonzados queden * los que me persiguen de muerte.

Arrédrense y confúndanse * los que se complacen en mis males.

Sean puestos en vergonzosa fuga aquellos que me dicen por burla: * ¡bien le está! ¡bien le está!

Regocíjense y alégrense en ti todos los que te buscan, * y digan sin cesar los que aman a tu Salvador: Engrandecido sea el Señor.

Yo soy un pobre y menesteroso; * ayúdame, oh, Dios.

Amparador mío, y mi libertador eres tú; * oh, Señor, no te demores.

Gloria al Padre, etc.

Como era, etc.


Versículos


V. Salva a tus siervos.

R. Dios mío, a los que esperan en Ti.


V. Sé para nosotros, oh, Señor, una torre de fortaleza.

R. Al frente del enemigo.


V. Nada aproveche el enemigo en nosotros.

R. Y que el hijo de iniquidad no pueda dañarnos.


V. No nos trates, Señor, según lo merecen nuestros pecados.

R. Ni nos castigues como lo merecen nuestras iniquidades.


V. Oremos por nuestro Pontífice N…

R. El Señor lo conserve, lo vivifique, * y lo haga feliz en la tierra, * y no lo entregue en manos de sus enemigos.


V. Oremos por nuestros bienhechores.

R. Dígnate, oh, Señor, * por amor a tu nombre, dar a todos nuestros bienhechores, * la vida eterna. Así sea.


V. Oremos por los fieles difuntos.

R. Dales, oh, Señor, el descanso eterno, * y brille para ellos la luz eterna.


V. Descansen en paz.

R. Así sea.


V. Por nuestros hermanos ausentes.

R. Salva, oh, Dios mío, * a tus siervos que esperan en Ti.


V. Envíales, oh, Señor, tu auxilio desde lo alto.

R. Y defiéndelos desde Sión.


V. Oh, Señor, escucha mi oración.

R. Y mi clamor llegue hasta Ti.


V. El Señor sea con vosotros.

R. Y con tu espíritu.


Oraciones


Oh, Dios, a quien es innato perdonar siempre y compadecerse; recibe nuestra súplica, y haz que tu benévola piedad nos absuelva benignamente a nosotros y a todos tus siervos a quienes oprime la cadena de los delitos.

Oye, Señor, te pedimos, las oraciones de los que a ti acuden, y perdona los pecados de los que se confiesan culpables: para que así a un mismo tiempo nos concedas misericordioso el perdón y la paz.

Muéstranos, Señor, tu inefable misericordia, de suerte que nos perdones todos nuestros pecados, y a la vez las penas que por ellos merecemos.

Oh, Dios, que ofendido por la culpa, te aplacas con la penitencia; atiende propicio las preces de tu pueblo suplicante, y aleja los castigos de tu ira, que merecemos por nuestros pecados.

Omnipotente y sempiterno Dios, compadécete de tu siervo, nuestro Pontífice N…, y guíalo, con tu acostumbrada clemencia, por el camino de la vida eterna; a fin de que, con tu gracia, desee lo que a Ti te agrada y lo cumpla con toda resolución.

Oh, Dios, por quien son santos los deseos, sanos los consejos y justas las obras; concede a tus siervos aquella paz que el mundo no puede dar, a fin de que, dedicados nuestros corazones a la observancia de tus mandamientos, y alejado todo temor de los enemigos, se deslicen tranquilamente los días a la sombra de tu protección.

Abrasa, oh, Señor, con el fuego del Espíritu Santo nuestras vísceras, y nuestro corazón; para que te sirvamos con cuerpo casto, y con corazón puro te agrademos.

Oh, Dios, creador y redentor de todos los fieles, concede la remisión de todos los pecados a las almas de tus siervos; para que consigan, por medio de piadosas súplicas, aquel perdón que siempre anhelaron.

Te rogamos, Señor, que con tu inspiración te adelantes a nuestras acciones y con tu ayuda las acompañes; a fin de que todas nuestras oraciones y nuestras obras, empiecen siempre por Ti, y las así empezadas, por Ti terminen.

Omnipotente y sempiterno Dios, que eres el Señor supremo de vivos y de muertos, y que te apiadas de todos los que Tú conoces han de ser tus escogidos por su fe y por sus obras: Te suplicamos humildemente, que aquellos por quienes hemos determinado pedir, ya vivan en este mundo revestidos aún de nuestra carne, o estén ya difuntos en el otro, consigan, por la intercesión de todos los Santos y por tu clemencia y piedad, el perdón de todos sus pecados. Por Jesucristo Nuestro Señor.


V. El Señor sea con vosotros.

R. Y con tu espíritu.


V. El Señor omnipotente y misericordioso nos oiga.

R. Así sea.


V. Y que las almas de los fieles difuntos por la misericordia de Dios descansen en paz.

R. Así sea.