“No habrá una nueva Edad Media, no habrá una nueva cristiandad, no habrá una nueva estructuración de la fe acomodada a la nueva era con nuevos ritos, cultos, ceremonias, cánones, costumbres y organización. Desde aquí en adelante la Iglesia se purifica y se corrompe, pero no se rehace. La última lucha está planteada desde el Ángel del Evangelio Eterno. La cama del Anticristo está hecha.”
En la visión del Padre Castellani esos nuevos ritos, cultos y ceremonias que hemos visto aparecer desde los años ’70 es corrupción. La Iglesia se purifica en y por la tradición (milenaria de la Iglesia Católica) y se corrompe con la Iglesia Conciliar Modernista del Vaticano II.