Aloysius O’Kelly - 1875 - Misa en zona rural de Irlanda |
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Los fieles, el encargar una Misa y dar por ella la correspondiente limosna o “estipendio”, señálanle al Sacerdote celebrante una o más intenciones, que él tiene en cuenta al celebrar.
Estas intenciones pueden ser por uno mismo o por otro, por los vivos o por los difuntos, por asuntos materiales o espirituales, en acción de gracias o en demanda de ella, etcétera.
De los vivos a nadie se excluye, ni siquiera a los infieles y a los no-católicos, ni a los excomulgados; si bien por estos últimos solo se puede celebrar la Misa privadamente.
Por los privados de sepultura eclesiástica, como son, entre otros, los suicidas y los duelistas, también se pueden celebrar Misas; pero no la exequial, ni la de aniversario, ni ningún funeral público.
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