lunes, 27 de diciembre de 2021

Tiempo Litúrgico de Navidad Una Tercera Parte - Andrés Azcarate

Circuncisión de Jesús - Fra Angelico
Italia - 1451-1452
Museo de San Marco - Florencia

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Circuncisión del Señor y la Octava de Navidad

Primero de Enero

Con misterio de sangre empieza la vida del niño Dios, y con misterio de sangre empieza el año civil para el fiel cristiano. Entre los cantares de los ángeles y de los pastores de Belén, óyese el vagido del Divino Infante; pues a los ocho días es sometido a esta ceremonia, infamante a la vez y dolorosísima, de la circuncisión.

Con un cuchillo se cortan sus carnes, sello de expiación por el pecado que no debía recibir en su cuerpo el Hijo de María, por no haber contraído, como los demás, la mancha original.

Más quiso parecer, aún en esto, pecador como todo nacido, para empezar a presentarse en el mundo como uno de nosotros, El que había de ser nuestro Mediador, nuestro Redentor y nuestro Restaurador. 

¡Qué humildad tan profunda! ¡Qué obediencia y sujeción a la ley! – Por esta circuncisión te suplico, oh, Jesús mío, que circuncides en mí todo lo que a Ti te desagrada y a mí me estorba para allegarme a Ti con perfectísima unión.


Santísimo Nombre de Jesús

El domingo entre la Circuncisión y Epifanía – o, a falta de éste – el 2 de Enero


El día de la Circuncisión recibió el Divino Niño el Nombre de Jesús, nombre que le fue sugerido a José por un Ángel del cielo. Este dulcísimo Nombre de Jesús, que significa Salvador, es Nombre sobre todo nombre, porque en él se expresa el carácter esencial del Verbo encarnado, cual es su misión de Salvador. 

De suerte que llamarle a Jesús con este Nombre bendito, es darle el título más glorioso de todos y el más significativo; por lo que nos suenan a injuria, no a elogio, los dictados altisonantes de gran filósofo, sublime político, trascendental reformista, heroico bienhechor de la humanidad, emancipador del pueblo, y otros cientos con que ha querido honrarle el naturalismo moderno, elevándolo a la mezquina condición de hombre superior, para despojarlo de su aureola divina. 

¡No! Jesús es su Nombre, que es – dice San Bernardo – miel en la boca, música en el oído y melodía en el corazón.


Continúa. Epifanía del Señor o “Santos Reyes”

Epifanía o Reyes


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