La paz es la tranquilidad del orden. En el hombre se puede contemplar un triple orden: el orden del hombre hacia Dios; el orden del hombre hacia sí mismo; y el orden del hombre hacia otros o de los hombres entre sí.
La paz es la tranquilidad del orden. En el hombre se puede contemplar un triple orden: el orden del hombre hacia Dios; el orden del hombre hacia sí mismo; y el orden del hombre hacia otros o de los hombres entre sí.
“Si tu hermano peca, repréndelo… Si no te escucha, repréndelo ante dos o tres testigos… Y si a ellos no escucha, dilo a la Iglesia…” (San Mateo XVIII, 15-17).
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La cizaña y el trigo |
Dice la Epístola de hoy, revestíos de entrañas de misericordia, de benignidad, de humildad, de modestia, de paciencia; sufriéndoos los unos a los otros, perdonándoos mutuamente, si alguno tiene culpa de otro: así como el Señor os ha perdonado a vosotros, así también hacedlo vosotros.
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¿Quién podrá soportar su venida? |
Los pocos versículos del Profeta Malaquías, que la Santa Iglesia nos presenta en esta Misa, hablan del Día del Señor, y de la Purificación de los Sacerdotes, y del Culto, y nos llevan hacia el Sacrificio de Justicia, la verdadera Santa Misa, en en Templo de Jerusalén.