La Crucifixión de San Pedro - Anónimo francés aprox. 1450 |
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Le pedimos a Dios Padre que nos conceda, “según la riqueza de su gloria el ser fortalecidos en nuestra vida interior por virtud de su Espíritu, y que Cristo habite en nuestros corazones por la fe; y que estemos arraigados y cimentados en la caridad” (Efesios III, 16-17).